Este artículo es la continuación a una primera parte donde hablaba de la influencia de la relajación en nuestra sexualidad y de cómo el orgasmo genital que conocemos está limitado por la descarga de energía. Dije que en esta segunda parte hablaría de cómo son esas nuevas formas superiores de orgasmo, de cómo llegar a experimentarlas y del proceso que nos lleva a esa transformación de nuestra sexualidad. Para leer la primera parte del artículo hacer click aquí.
Formas superiores de orgasmo
Así nos habla Diana sobre las formas superiores de orgasmo que alcanzamos al olvidarnos del orgasmo genital:
«Es exactamente este estado espiritual que estamos buscando sin saberlo en nuestra sed convencional de orgasmo, porque en los pocos segundos de orgasmo que tenemos, podemos ceder a una fuerza superior.»
«El tantra ofrece un orgasmo que es un estado y no un evento. Está interesado en ser orgásmico, en lugar de tener un orgasmo. Uno es atemporal y el otro dura unos mínimos segundos. Este estado de éxtasis es un fenómeno interno del que surge una gran alegría y plenitud. Es la experiencia de un orgasmo valle, una caída en las profundidades extáticas de la relajación.»
— Diana Richardson en su libro «El corazón del sexo tántrico»
La diferencia entre el orgasmo terminal y el no terminal es clave en relación a ese cambio en el organismo del que hablamos, ya que en el caso de los multiorgasmos, al no perderse la excitación, no son un obstáculo para alcanzar esos estados orgásmicos superiores. Diana, en cualquier caso, incide en recordar aun así la importancia de no caer en el apego al orgasmo por la manera en que nos aleja de la vivencia del presente, como ya hemos hablado, consecuencia que está presente independientemente del tipo de orgasmo. También señala que pueden llevar a la pareja a verse arrastrada también hacia el orgasmo, alejando a ambos del estado de presencia y relajación.
El tiempo
Algo que es muy importante tener en cuenta es que, para que esta transformación ocurra, el tiempo es un factor clave. Solo manteniendo esa relajación y excitación sexual durante largos períodos de tiempo es posible adentrarse en ese nuevo universo por descubrir. Mantak Chia nos muestra haber percibido también una influencia del tiempo por sí mismo en nuestra función sexual cuando nos dice que:
Diana por su parte nos dice:
El amor
Además del tiempo y la relajación, estoy convencido de que hay una dimensión emocional que es clave para que esa transformación pueda darse. Pienso que es posible desarrollar hasta cierto grado el potencial de nuestra sexualidad sin que exista una intensa emoción de amor, pero pienso que el alcance de la experiencia está drásticamente limitado. Mantak Chia también habla en sus libros de la importancia del amor, aunque lo más conocido sean las detalladas técnicas físicas y energéticas que propone. Es entendible que lo sean, ya que aportan conceptos, propósitos, procesos y métodos, mientras que la emoción no deja mucho margen al «hacer», sino que pertenece al ámbito del «ser» y el «permitir», ámbito donde el ego no tiene ningún papel y que por lo tanto percibe como insustancial. ¿Cómo podemos explicar que el amor pueda transformar de tal manera el funcionamiento de nuestro cuerpo? Esa idea viene a sacudir los cimientos de nuestro pensamiento mecanicista y materialista, pero no nos queda otra opción que aceptarlo cuando se nos presenta como evidencia en primera persona.
Estas son algunas citas de Mantak Chia de sus libros «El hombre multiorgásmico» y «Secretos del amor. Cultivando la energía sexual masculina» que habla de la importancia del amor a la hora de transmutar la energía sexual:
«Si te acuestas con alguien a quien no amas, tu energía tenderá a desarmonizarse, lo que te agotará o desequilibrará. Por esta misma razón, sólo deberías hacer el amor con tu compañera cuando sientas afecto por ella. Si sientes que debes dormir con mujeres a las que no amas, intenta ser tan bueno y amoroso como puedas, de otra forma te resultará imposible practicar el verdadero kung fu sexual.»
«En el plano esotérico todos los actos de amor en el ser humano son la transformación espontánea de nuestra esencia seminal. Nuestra esencia seminal, la semilla de nuestra propia alma, se almacena físicamente en el cuerpo como energía espermática u ovárica. Cuando amamos a alguien, no solo le ayudamos, sino que también transformamos una parte de nuestra propia esencia en un plano superior de energía.»
«Cultivar la energía sexual convirtiéndola en amor y bondad te ayudará a no eyacular; es mucho más difícil mantener el control si sientes ira o impaciencia.»«En la sexualidad taoísta no puedes separar los genitales del corazón, porque la energía sexual circula por todo el cuerpo.»«… los taoístas sabían que si quieres ser una persona sana, no puedes separar ambas cosas [amor y sexualidad].»
«La monogamia es mucho más que un oneroso requisito de nuestro tiempo: con la compañera adecuada, puede ser el crisol del más poderoso proceso alquímico de placer físico, intimidad emocional y crecimiento espiritual. Si el objetivo del kung fu sexual fuera la acumulación indiscriminada de energía sexual, lo ideal sería acostarse con tanta gente como pudiéramos para intercambiar energía con todos ellos, y algunos textos antiguos recomiendan este tipo de práctica. Pero la cantidad de energía no es lo único importante, también es muy importante la calidad. El objetivo del kung fu sexual es acabar transformando la energía sexual en otras energías más refinadas y sutiles: energías del corazón, mentales y espirituales.»
— Citas de Mantak Chia de sus libros «El hombre multiorgásmico» y «Secretos del amor. Cultivando la energía sexual masculina»
Podéis experimentar cada uno de vosotros entrando en un estado de relajación total, olvidando el orgasmo, concentrados en el amor que sentís por vuestra pareja y manteniendo la excitación sexual durante un largo período de tiempo. Podéis comprobar por vosotros mismos si la excitación psicológica inicial y deseo de movimiento físico comienza a transformarse en cada vez más relajación y si el deseo de orgasmo desaparece. Comprobad si avanzando algo más en el tiempo, cosas más mágicas realmente comienzan a suceder. Mi sugerencia es que escojáis para comenzar un momento en que dispongáis de dos horas, y que por supuesto lo hagáis sin ninguna expectativa. Abandonar toda expectativa respecto a alcanzar una determinada excitación genital y así permitir que la fuente de vuestra excitación sexual sea siempre el amor. Puede parecer una vía indirecta y lenta, pero descubriréis que cuando se realiza esa conexión es mucho más rápida y potente, y que su efecto sobre la energía sexual es muy distinto a la vía de la fricción mecánica y la atracción exclusivamente instintiva.
Para profundizar en todo esto os sugiero leer en esta web la sección que habla de los siete pergaminos con las siete pistas para encontrar el tesoro oculto en nuestra energía sexual.
La no eyaculación frente al «control» de la eyaculación
Sabemos que esa transformación nos puede llevar a experimentar orgasmos de todo el cuerpo, en diferentes órganos y otro tipo de orgasmos sin contracciones genitales. Lo interesante es que probablemente también nos pueden abrir la puerta a la multiorgasmia genital, teniendo orgasmos genitales con contracciones pero sin descarga de energía o eyaculación. De momento no he encontrado información para aclararlo al cien por cien, yo también sigo aprendiendo cada día, pero si es así, supone una alternativa a las técnicas «mecánicas» taoístas pero sin el elemento de tensión física y psicológica que implican. Diana nos dice:
Ahí no aclara si ese orgasmo del que habla es el orgasmo genital o se refiere estos otros tipos de orgasmos no genitales, pero tiene sentido que realmente hable del genital. Es comprensible que pueda alcanzarse el orgasmo genital sin descarga o eyaculación a partir de la relajación, ya que la elevación y los flujos de energía que se producen a través de la relajación y que dan lugar a esos otros tipos de orgasmos no genitales son los mismos que se persiguen con las técnicas taoístas para alcanzar los orgasmos sin descarga. Además sabemos que la energía sigue a la mente y que incluso desde la perspectiva de la sexualidad taoísta se nos habla de abandonar las técnicas físicas cuando el proceso se domine para mover la energía solo con la mente. Por todas esas razones yo estoy convencido de que no hay límites para lo que podemos conseguir por la vía de la relajación, el amor y la consciencia. Si alguien tiene más información a este respecto, agradezco que la comparta en el grupo.
Vemos que ella considera que esas técnicas que juegan con bloquear el impulso eyaculatorio estando al borde del punto de no retorno son contrarias a los principios del tantra y que no son particularmente sanas:
«La misma palabra «control» implica tensión, por lo que el control de la eyaculación no puede ser una experiencia relajante.»
— Diana Richardson en su libro «El corazón del sexo tántrico»
De hecho nos dice que:
A mi parecer, el hecho de que la eyaculación ni siquiera entre en escena, es una muestra del cambio que ha ocurrido en el organismo, igual que lo es el hecho de que pueda darse un orgasmo sin eyaculación.
¿Cómo ocurre este proceso de transformación en nuestra sexualidad?
Así nos lo describe Diana:
«No significa que nunca te corras. Significa que extiendes las relaciones sexuales y guardas la eyaculación para mucho más tarde, o te corres menos a menudo, y tal vez gradualmente con menos frecuencia. Una variedad de experiencias enriquecedoras y satisfactorias comienzan a llegar a ti y completar el acto sexual y, en consecuencia, el interés o la dependencia en la cima disminuye. Depende de ti, recordar que cuando no liberamos la energía sexual, literalmente nos estamos empoderando.»
«Cuando eres capaz de sentir el momento exacto en que surge un deseo de orgasmo o eyaculación, es un paso significativo e inspirador.»
«En el mismo instante en que sientas el deseo, ¡relájate! Y no te demores ni un segundo. Al mantener el impulso incluso durante treinta segundos, el deseo se motiva hacia la descarga, y recuperar la presencia se vuelve difícil.»
«Sumérgete en tu cuerpo liberando toda tensión: mandíbula, hombros, vientre, pies, donde sea, ¡suéltalo! La relajación fluye por todo el cuerpo.»
«Si puedes comenzar a entrar con conciencia para captar el momento en que el cuerpo comienza a ejecutar su programa [de impulso hacia el orgasmo] y luego relajarte intensamente, la energía sexual comienza a desviarse del curso condicionado. Comienza a hundirse y expandirse, y te espera una gloriosa sorpresa.»
«Con esta relajación interna y la presión de la energía sexual, ésta se invierte y momentos después se elevará hacia adentro, una fuerza en movimiento lo inundó de energía, cuanto más profunda es la relajación, mayor es el empuje.»
«Una vez que nuestro centro sexual vuelve a su estado natural e inocente, ha sido purificado y «desacondicionado», la energía sexual ya no se comprime hacia afuera en la descarga, sino que comienza a girar, imprimiéndose hacia adentro y hacia arriba. El sentido es que el centro sexual ahora está libre de una fuerza o restricción que lo estaba reteniendo.»
«¡Sigue relajándote y encontrarás que la relajación es lo más emocionante que existe!»
«Una vez libre, la energía sexual no conoce reglas ni limitaciones. Los cuerpos eligen el estilo según el nivel de presencia y energía sexual disponible. A veces está quieto y sereno y al momento siguiente, fuera del núcleo de esta quietud, hay un movimiento expansivo. Cada golpe, cada empuje, cada penetración recibida por derecho propio, una relajación completa. Salvaje y apasionado yendo absolutamente a ninguna parte.»
[Cuando habla del orgasmo valle:] «Y tal vez de esto una cumbre pueda surgir de las profundidades forjando y arremolinándose hacia arriba orgásmicamente hasta su cenit.»
«Después de un tiempo hacer el amor sin seguir nuestros impulsos se vuelve más fácil. Notarás que cuanto más «aquí» puedas estar, más encantador será el acto sexual. Después de más tiempo, comienza a parecer más natural estar «aquí», y la idea de correrse parece un gran esfuerzo. Llegado cierto punto se siente como si cruzaras bajo tu condicionamiento, bajo los elementos superficiales del sexo para alcanzar un estado más relajado pero vibrante.»
«Se vuelve más fácil dejar que los cuerpos hagan el amor sin que la mente imponga una dirección específica. Y no pierdes la capacidad de excitarte y tener un orgasmo y una eyaculación convencionales. Puedes activarlo en cualquier momento si así lo deseas. La experiencia máxima de excitación resultante es también una expresión del cuerpo. Hay otras opciones y elecciones, pero éstas solo se vuelven claras para nosotros cuando comenzamos a relajarnos en nuestra energía sexual y le damos la oportunidad de hacer sus propias cosas.»
— Diana Richardson en su libro «El corazón del sexo tántrico»