Los límites del cuerpo y la soledad de la búsqueda espiritual (Parte 3/3)

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La experiencia del Universo no puede explicarse desde la dualidad

A mi parecer, la manifestación del Universo es inexplicable desde la conciencia dual. Sin embargo, a pesar de que la mente dual percibe contradicciones en todas partes, acepta sin extrañeza la experiencia del universo.

Dos personas corriendo al rededor de un punto dibujando un reloj en espiral a su pasoLa experiencia es un continuo cambio a lo largo de tiempo, una continua sucesión de lo que percibimos como nacimiento y muerte. Lo que fue ayer no es lo mismo que lo que es hoy, sin embargo ¿cómo puede una cosa convertirse en algo diferente a lo que es? Un manzano no se convierte en un naranjo por mucho tiempo que le demos. Aquello en lo que se ha convertido debía de estar presente en ello desde el principio aunque no fuéramos conscientes. No sería posible el transcurso de un instante al siguiente si no estuviera contenido ya el segundo en el primero. El tiempo no existiría, no habría muerte ni nacimiento de lo que existe en cada instante por lo que nada llegaría a manifestarse. Es decir, solo debido a que somos uno es posible la experiencia de ser dos.   Tweet This!El segundo instante debe ser otra perspectiva del primero que no habíamos percibido hasta entonces. La inmovilidad subyacente es la que posibilita la experiencia del tiempo y el cambio, y tiene que ser nuestra conciencia la que genere esa experiencia en su percepción, y con ello la manifestación del Universo.

Por otro lado, la multiplicidad o dualidad es la manera en que la Unidad se manifiesta. La Unidad infinita y su manifestación múltiple y finita, lejos de ser contrarias son las dos caras inseparables de la realidad no dual.

Sin embargo, dado que la verdadera naturaleza de la realidad es no dual y la experiencia material dual derivada de ella es un fenómeno creado por nuestra percepción y cognición, muchas personas dicen que ésta no es real, sino que es ilusoria o que es una forma de sueño. Otras personas dicen que esa experiencia material es real por ser la manifestación de la esencia no dual, y por lo tanto la esencia en sí misma, ya que no existe otra cosa. Como siempre, ambas perspectivas son ciertas a pesar de estar expresadas con conceptos opuestos. Como siempre, todas las verdades son medias verdades. Sueño y realidad, como ocurre en todas las polaridades, son términos que pierden su significado a la luz de la conciencia no dual, al fundirse y disolverse. La manera en que a mí me gusta reconciliar esa paradoja es diciendo que la naturaleza de la realidad es sueño e ilusión  Tweet This!, ya que sueño es el medio por el que la esencia verdadera se expresa y manifiesta.

Dos personas representadas como la imagen especular la una de la otra hast el infinitoEn el fenómeno del amor dual veo una contradicción parecida al hecho de aceptar la manifestación del Universo sin reconocer su esencia no dual. Sentimos el deseo de fundirnos con la persona amada. ¿Pero qué sentido tiene el deseo? Si deseamos tener algo es que creemos que no lo tenemos y sentimos su falta. ¿Pero cómo podemos sentir que nos falta algo que no forma parte de nosotros? A una rana no le falta la cola. ¿Y si forma parte de nosotros por qué sentimos que no lo tenemos? A un perro tampoco le falta la cola. A pesar de la resonancia en nuestra identidad que sentimos al contacto con la persona amada, continuamos sin tomar conciencia de que somos el mismo ser. Basta con adquirir esa conciencia para disfrutar su presencia sin sentir frustración. Si lo hacemos, en vez de sentir frustración podremos disfrutar del milagro de experimentarnos a nosotros mismos a través de su manifestación, al igual que disfrutamos del milagro de la experiencia de todo el Universo.  Tweet This! Recordemos que cuando hablamos de amor y de «el otro» estamos hablando en abstracto para referirnos a todos los sentimientos de afinidad y pasión por cualquier objeto, concreto o abstracto, persona o experiencia en nuestra vida. Por lo tanto hablamos del origen de todos los tipos de deseo y de frustración derivada de ellos. En realidad, hablando más propiamente, hablamos del origen del apego, ya que como dijimos antes, el apego es el fenómeno que se esconde detrás de todo amor en la medida en que no hemos alcanzado la conciencia de Unidad. El apego, como consecuencia de nuestra ignorancia de lo que somos, es el origen del sufrimiento y su superación, el Amor no dual, la liberación.

¿Qué es entonces el auténtico amor?

Esta paradoja entre la naturaleza no dual de la realidad y su manifestación dual se refleja directamente en la experiencia del amor. Ahora que hemos hecho explícita esa paradoja podemos encajar todas las piezas del puzle y comprender mejor la imagen completa.

Recordemos que gracias a que somos Uno se genera la resonancia que despierta en nosotros la emoción del amor. Por otro lado, gracias a que la Unidad se despliega en la experiencia dual, puede manifestarse y tomar conciencia de sí misma a través de lo que llamamos «yo» y lo que llamamos «otro», dando lugar a esa resonancia. Ese reconocimiento lo vivimos como un acto de asombro y admiración que supone la emoción más positiva que se puede experimentar en forma humana. En la forma auténtica del Amor, no es el «yo» el verdadero sujeto de la experiencia, ni el «otro» el verdadero objeto fuente de ese éxtasis. Es la Unidad no dual, el Ser único, quien experimenta ser ambas cosas simultáneamente y a la vez ninguna de ellas, siendo autoconsciente y experimentador de su verdadera naturaleza, una plenitud infinita que trasciende el lenguaje y los conceptos.  Tweet This!

Silueta de una pareja en el cosmos con un ojo de fondo. Representa la Unidad y el Amor no dual. Soledad de la búsqueda espiritual.

El buscador espiritual nunca encuentra lo que busca

Ese abismo en el que hemos de renunciar a la experiencia del amor tal y como la conocíamos en su forma dual, perdiendo toda referencia, nos muestra otra gran paradoja que caracteriza al camino espiritual. A medida que avanzamos en el camino espiritual jamás encontramos lo que buscamos.   Tweet This! Cualquier transformación en la conciencia siempre pasa por una deconstrucción más o menos drástica de todos nuestros esquemas de pensamiento y percepción. Mientras continuemos haciendo formulaciones con los mismos conceptos nos mantendremos en un mismo plano y no podremos acceder a lo que hay por encima de él. Por eso, la evolución de la conciencia es un desengaño tras otro en el que lo que perseguíamos se revela como un espejismo creado a partir de algo superior que no podíamos percibir ni concebir. Obtenemos la versión superior en el momento en que renunciamos a lo que perseguíamos. En ese sentido, a la vez que es un desengaño es un descubrimiento, el descubrimiento que experimentamos al adquirir la capacidad de percibir la grandeza de la realidad en un grado superior. Así que también podría decirse que siempre encontramos lo que buscamos, y además, en una forma más pura e intensa de lo que habíamos concebido. Aunque por otro lado, esa capacidad de experimentar un nivel superior de grandeza, llega asociada a la capacidad de anhelar un nivel aún mayor, el que ahora podemos atisbar en el nuevo horizonte que se nos abre, y también, asociada a nuevas preguntas que se formulan a partir de los nuevos conceptos que se hayan en el plano superior al que acabamos de acceder. Desengaño o descubrimiento, derrota o éxito. Como todas las realidades, puede expresarse indistintamente a través de afirmaciones opuestas.

Librería que se eleva hasta el cielo y se ve el solEn cualquier caso, lo cierto es que la realidad última se haya muy lejos de nuestra percepción y habitualmente vamos dando pasos en los que nuestra visión de ella va afinándose poco a poco. Ninguno de ellos es totalmente cierto ni verdadero, sino que representan diferentes niveles de profundidad en el conocimiento, como nos explica el modelo de la dinámica espiral. Lo podemos resumir de la siguiente manera: En cada avance en la evolución de la conciencia, la recompensa de nuestra búsqueda no es otra cosa que una nueva y mejor redefinición de lo que buscamos. No podría ser de otra manera, porque conocimiento es lo único que podemos obtener que no esté ya en nosotros. La medida en que comprendemos lo que buscamos es la medida en que somos conscientes de que ya lo tenemos, y por lo tanto, la medida en que podemos experimentarlo.  Tweet This!

Percepción sin pensamiento

El cuerpo físico, el perímetro material del «yo», ya sea nuestro cuerpo o el de todos los demás seres que nos rodean, es también la causa de nuestra creencia en el nacimiento y la muerte. Debido a la frontera del cuerpo, el continuo cambio en nuestra percepción del Ser es interpretado como una serie de nacimientos y muertes que suponen la emergencia y desaparición de entidades separadas, una detrás de otra. Si no fuera así, lo percibiríamos como lo que es, una continua transformación en la perspectiva de la misma esencia.

Sin embargo,  dado que percibimos a través de nuestra mente dual, dividimos la realidad en partes al crear conceptos que las definen. Este es un estado que el tantra denomina "savikalpa". No puede decirse, por otro lado, que lo contrario no sea posible. Cuando somos recién nacidos, se sabe que percibimos la realidad directamente, sin pasar por el filtro del pensamiento, estado que el tantra denomina "nirvikalpa".   Tweet This!  Los bebés no distinguen forma de fondo en los objetos, ni se distinguen a sí mismos de lo que los rodea. También sabemos que el hemisferio izquierdo es el involucrado en el análisis y la división, y el derecho percibe el mundo como un todo holístico. Normalmente no podemos observar su funcionamiento por separado, pero existen algunas excepciones, como las personas en las que el cuerpo calloso, la estructura fibrosa que comunica ambos hemisferios, por alguna razón ha sido seccionada o no está activa. Un caso especialmente llamativo en el que pudo experimentarse la percepción del mundo sin la intervención del hemisferio izquierdo fue el de la doctora Jill Bolte Taylor, que tuvo un infarto cerebral que lo dejó inactivo durante un tiempo. Su testimonio es realmente hermoso e impactante. Nos dice:

Flujo de energía entre dos manos

Nos habla también de la paz que sentía al haber desaparecido el discurso mental con las preocupaciones que nos producen estrés, y de sentirse totalmente conectada al momento presente sin proyectarse al futuro ni al pasado. Efectivamente parece ser la descripción del estado que todos perseguimos a través de nuestra práctica espiritual. Sin embargo, si te estás planteando que sería ideal vivir sin el hemisferio izquierdo, has de saber que durante ese período de tiempo en que su cerebro estuvo afectado por el infarto, Jill también perdió la capacidad de caminar, hablar, leer, escribir o recordar nada de su vida. Ella lo describe diciendo: «Esencialmente me convertí en una niña en el cuerpo de una mujer». Más que un paso adelante en nuestro camino espiritual parece la vuelta al punto de partida, cuando éramos bebés. La tradición tántrica nos dice que para que el estado de nirvikalpa sea permanente y suponga la verdadera liberación, es necesario alcanzarlo desde el estado de savikalpa.  Tweet This!

Una vez más se refleja la evolución en espiral, en la que llegamos al punto de partida pero con un nivel de conciencia superior, en el que integramos lo que hemos experimentado al recorrer lo que creíamos su opuesto. Así podemos percibir la Unidad subyacente a la manifestación dual, sin perder la capacidad para desenvolvernos en el mundo.

Un campo de energía sin fronteras

Toroides de energía de tres personas que se funden entre síEn cualquier caso, incluso desde el pensamiento conceptual, no es difícil darnos cuenta de que las fronteras que separan unos organismos de otros son arbitrarias y que todo está conectado. Respiramos el mismo aire. La materia de nuestro cuerpo se renueva constantemente a partir del alimento que tomamos del exterior y una gran proporción de su peso son bacterias. Nuestro cuerpo funciona como una célula del planeta que no puede vivir independientemente de él, y a su vez está formado por células que suponen entidades vivas por sí mismas pero igualmente conectadas e interdependientes.

Puede que no todos nosotros seamos capaces de experimentar la percepción sin pensamiento al nivel que lo hacen los yogis experimentados, pero no es tan difícil percibir ese fluido energético sin límites que lo abarca todo, ese campo de conciencia universal. La sexualidad es una de las llaves más poderosas para ello.  Tweet This! Nos sitúa directamente ante la encarnación material de la paradoja de ser Uno experimentándose a sí mismo como dos: nuestro vehículo físico. Como hemos visto, a través de él sentimos el placer como expresión de la luz y la armonía de la Unidad, y también el dolor como expresión de la oscuridad y el caos de la separación. Ambos en su infinita variedad de formas e intensidades. La sexualidad es el ámbito donde podemos sentir más vívidamente esa paradoja, y si aprovechamos la oportunidad que nos brinda, podemos desarrollar la capacidad para experimentar ser Uno en dos cuerpos. Esa paradoja se expresa tan vívidamente en la sexualidad porque nuestra piel es el medio por el que conectamos con el ser amado y a la vez la barrera que nos impide alcanzarlo totalmente. Por eso, en ocasiones, podemos sentir esa frustración mezclada con el placer. Pero la sexualidad, precisamente por situarnos tan directamente ante la paradoja, esconde el potencial de llevarnos a desarrollar la conciencia de nuestro ser espiritual a través de la encarnación física, haciendo desaparecer esa frustración.

La práctica orientada a esa finalidad ha sido denominada en nuestra cultura como «sexualidad sagrada», y como sabemos, forma parte de la tradición del tantra, que en general se sirve de toda experiencia material como medio para la práctica espiritual. Ésta, para quienes nos sentimos alineados con su planteamiento, es la vía más coherente con la conciencia no dual, frente a otros planteamientos que consideran la experiencia material como una ilusión o una desviación en el camino espiritual. La razón es el hecho de que si la divinidad es todo lo que hay, la experiencia de la materia no puede ser otra cosa que la experiencia de la divinidad misma, y el hecho de negar esa experiencia material es hacer implícitamente una escisión en la divinidad. No podemos decir que hayamos alcanzado la verdadera liberación de la ilusión hasta que no percibimos la esencia de Unidad en todos los seres y objetos materiales, y hasta que no mantenemos nuestra plenitud interior en nuestra interacción diaria con ellos.

La sexualidad como vehículo para vivir la espiritualidad a través de la materia

El potencial transformador de la sexualidad se despliega cuando la pasión sexual es canalizada como una expresión del amor, a través de una contemplación serena y meditativa, más allá de los instintos primarios. Entonces el amor amplifica la pasión y el placer sexual de una manera antes inimaginable. A su vez, la pasión sexual intensifica más y más la experiencia del amor, amor que entonces sentimos en nuestro cuerpo en la forma de esa energía sexual que se enciende y activa cada vez más. Nuestro cerebro despliega mecanismos bioquímicos que nos llevan a un estado de éxtasis que apaga la mente racional y nos trasporta fuera del tiempo. Entonces la energía sexual no permanece localizada en los genitales. Se expande hacia todo el cuerpo hasta rebasar sus fronteras y hacernos sentir que nos disolvemos en un fluido energético que se mezcla indisolublemente con el ser amado.

Figura de persona en postura de meditación que contiene el universo y una silueta de luz que asciendeCuando amamos suficientemente a alguien, ni la frontera de nuestra piel, ni nuestro pensamiento conceptual pueden engañarnos. Recordamos entonces, que lo que considerábamos ese "otro ser" es un aspecto de nosotros mismos. Recordamos que la frontera del cuerpo físico no existe realmente y tampoco fue nunca lo que impedía la total plenitud en nuestro éxtasis, sino ese algo más profundo que simbolizaba: nuestro concepto del "yo" como identidad separada. Entonces, el perímetro de nuestra identidad se derrumba, y cuando lo hace, no solo entra en nosotros el ser amado, sino todo el Universo.  Tweet This!

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