PISTA I
ESTÁ EN EL OTRO CAMINO
El primero de los 7 pergaminos que nos dan pistas para encontrar el tesoro oculto en nuestra energía sexual comienza con esa frase: «El tesoro está en el otro camino». Para explicarlo propone una metáfora. Es la siguiente: Te sugiero que imagines tu excitación sexual como un viaje a través de un sendero que se adentra en un bosque. Imagina que es un sendero muy largo, virtualmente infinito, que has comenzado muchas veces a recorrer con tu bicicleta. Siempre comienzas con mucha ilusión y energía, pedaleas impetuosamente durante un kilómetro. Ahí puedes ver un precioso estanque de agua al lado del camino. Justo en ese punto el camino se bifurca, y uno de los dos caminos que surgen del primero desemboca en el estanque tras unos pocos metros. La primera vez que llegaste allí la inercia de tu pedaleo y la belleza del estanque te llevaron directamente hacia él. Esos últimos metros eran una cuesta abajo donde tu velocidad aumentaba vertiginosamente sin tener que pedalear. Caíste al agua. Sentiste cómo tu cuerpo penetraba su superficie. Acariciando toda tu piel, el agua te hacía flotar ingrávido. Por un momento olvidaste la solidez del suelo y sentías que volabas. Se hizo el silencio. No podías escuchar nada del exterior del estanque. Solo existía esa caricia sensual del agua que te sostenía en el vacío, alejado de cualquier referencia de tiempo o espacio. No había nada que hacer ni nada que pudiera suponer esfuerzo. Era la sensación más plena y emocionante que habías sentido nunca. Unos segundos después habías recorrido todo el estanque. Te encontraste en la otra orilla con la ropa empapada de agua. Ahora seguir caminando era algo costoso e incómodo, puesto que tu ropa se había vuelto bastante pesada. Pero lo habías disfrutado tanto que no parabas de sonreír. ¿Para qué moverse? Además, si te movías, la humedad en tu piel hacía que la brisa se sintiera algo más fresca de lo que te resultaba agradable. Así que te acurrucaste en la orilla y entraste en un plácido sueño.
¿"Llegar al orgasmo" o quedarse en el orgasmo?
Probablemente te habrás dado cuenta de que ese estanque es una metáfora del orgasmo. Puede que tu caso sea un poco diferente. Puede que entres en él en bañador y en verano, y no sientas ni pesadez ni frío sino que te sientas estupendamente, simplemente deseando que tu viaje a través del estanque hubiera sido más largo. Puede que seas una mujer multiorgásmica e incluso puedas volver a atravesarlo unas cuantas veces más. Sin embargo, hay algo que nunca hiciste: tomar el otro camino. El estanque te parece tan maravilloso que nunca te has planteado que el otro camino llevara a algún lugar interesante. ¿Cómo iba a hacerlo? ¿Solo se ve más arena y plantas alrededor hasta donde se pierde la vista? ¿Qué interés puede haber en eso? ¿Qué puede esperarte ahí que no conozcas? ¡Sobre todo pudiendo aprovechar esa tremenda inercia para caer al estanque! Alguna vez tuviste que volver a casa a mitad de camino sin haberte bañado en el estanque y te sentiste muy frustrado. Piensas que si continuas por el otro camino sería parecido, como una doble ración de camino de tierra pero sin chapuzón.
La pista que nos da el primer pergamino es efectivamente tomar el otro camino cuando llegues a la bifurcación. Debido a la inercia te será necesario bajarte de la bicicleta para no verte arrastrado por la pendiente y precipitarte hacia el estanque. Deja la bicicleta a un lado y no le prestes atención al camino que se dirige al estanque. No gires la cabeza buscándolo con la vista y evocando los buenos momentos que pasaste en él. Quítate los zapatos y siente la arena y la hierba bajo tus pies, y la brisa en tu cuerpo. Observa las plantas a tu alrededor, escucha los sonidos de la naturaleza.
O lo que es lo mismo, cuando llegue ese momento en el que puedas tener un orgasmo pero aún tienes control para retrasarlo, respira profundamente haciendo llegar el aire hasta la parte baja de tu abdomen.
La pista que nos da el primer pergamino es efectivamente tomar el otro camino cuando llegues a la bifurcación. Debido a la inercia te será necesario bajarte de la bicicleta para no verte arrastrado por la pendiente y precipitarte hacia el estanque. Deja la bicicleta a un lado y no le prestes atención al camino que se dirige al estanque. No gires la cabeza buscándolo con la vista y evocando los buenos momentos que pasaste en él. Quítate los zapatos y siente la arena y la hierba bajo tus pies, y la brisa en tu cuerpo. Observa las plantas a tu alrededor, escucha los sonidos de la naturaleza.
O lo que es lo mismo, cuando llegue ese momento en el que puedas tener un orgasmo pero aún tienes control para retrasarlo, respira profundamente haciendo llegar el aire hasta la parte baja de tu abdomen.
Hazlo las veces que sea necesario hasta que sientas que comienzas a relajarte y el impulso hacia el orgasmo desciende. Si es necesario vacía la mente y concéntrate solo en sentir la respiración. A media que ese impulso hacia el orgasmo sea más controlable puedes centrar de nuevo tu atención en todas las sensaciones físicas de placer en tu cuerpo y en tu pareja si estás con otra persona. No pienses en un posible futuro orgasmo. Aparta de tu mente todo lo que no está en el presente. Utiliza los cinco sentidos para sumergirte profundamente en todas las sensaciones y deja que tus emociones se expandan, se oxigenen y se desplieguen. Deja que simplemente tu cuerpo fluya. Obsérvalo y déjalo ser, escuchando la infinidad de mensajes que te estaba comunicando y no podías oír. Simplemente relaja todos tus músculos, toma conciencia de que ya has llegado a tu destino donde ya no hay nada más que perseguir ni que hacer. Reposa en paz disfrutando del placer que tu cuerpo te proporciona.
Después de unos minutos te darás cuenta de que ya has tomado el otro camino. Tu cuerpo te ha adentrado en él.
Cuando comiences a familiarizarte con los increíbles paisajes que te esperan y a atisbar el espacio infinito y mágico que se abrirá para ti, sabrás que cuando hablabas de "llegar" al orgasmo, en realidad querías decir "quedarte" en el orgasmo.
Cuando comiences a familiarizarte con los increíbles paisajes que te esperan y a atisbar el espacio infinito y mágico que se abrirá para ti, sabrás que cuando hablabas de "llegar" al orgasmo, en realidad querías decir "quedarte" en el orgasmo.